Thursday, February 07, 2008

THE SADIES.


El martes pasado estuve de concierto.Bueno eso es sólo un decir. Y es que , aunque sigan surgiendo bandas de Rokanrrol muy buenas en todo el planeta y encima vengan por cuatro duros, todo lo que rodea a la música rockera cada vez es más aséptico. Al menos por aquí abajo.


Me refiero a que el concierto empezaba a las ocho y media ( yo todavía no había desayunado), practicamente obligados a estar sentados, no había bebercio y sólo un indispensable para 200 personas.


Por contra el grupo se llamaba The Sadies y me parecieron buenísimos. Después me enteré de que fueron la banda de acompañamiento de Neko Case en años anteriores. Buenísimos. Rock and Roll, Surf, Western, Country salvaje, con unas buenas voces pop que bien mezcladas a lo anterior daban un resultado muy potente. De puta Madre.


Despues tambien me enteré de sus colaboraciones con Jon Spencer o que uno de ellos estuvo en los Jayhaws. Es normal que me entere al final, últimamente ando desconectado de las guitarras.

Gracias a la compañia y el transporte: Joaquín Saliva, que estaba muy cansado, y el Jose, que lo sabe todo sobre la música güena.Dos crack.

Sunday, January 27, 2008

BIENVENIDA.





Este sitio lo voy a dejar para mis cosas muertas; o más bien crearlo no es más que un acto inútil de insuflarles vida, aunque sólo un soplo fuera. Cintas de cassette, molinillos de café, coches eléctricos cable-dirigidos, las ventanas con apertura de los trenes, el Arquimo, o el Exín Castillo. También el cine Exin, por supuesto, aunque yo nunca tuviera uno propio.
Y tampoco tuve Quimicefa pero un primo mío llamado Quini sí y tengo que decir que aquello era una verdadera caja llena de peligro. Dicho esto y teniéndonos en cuenta a mi primo y a mí hacíamos la suma de tres peligros, dos andantes y uno por descubrir.
No recuerdo todos los venenos y sustancias combustibles que traía aquello, que si manganeso, que si sulfato de cobre, que si cinc, que si nitrato de fulano o sustrato de mengano. Y tubos, y calentadores para alcohol, y más tubos, y pinzas, y más tubos. Y probetas; que también son tubos, probetas de distintas formas y tamaños, había probetas por un tubo.
Fabricábamos bombitas de peste, bueno, la verdad es que salían solas, mezclaras lo que mezclaras acababa oliendo igual de mal. Y también fabricábamos de las que explotaban, con azufre, potasio y carbón. Mezclábamos los tres y con el resultado hacíamos un reguerito a modo de mecha terminado en un bote de cristal lleno de la mezcla y chinchetas de colores como metrallla. Un cerillito de madera de la caja tamaño familiar de la cocina y ¡Pum!
Lo dicho, unos animales.
Todo acabó cuando una tarde se nos cayó al suelo el calentador mas grande que había. Se nos cayó encendido y repleto de alcohol. Antes de caer al suelo ya estaba ardiendo media habitación por los salpicones llameantes del líquido , la otra media ardió cuando la gran probeta de cristal estalló en el suelo. No sufrimos quemaduras, tuvimos suerte. No puedo decir lo mismo de las cortinas, el sofá o la mesa. Y no es que aquello acabara porque nos lo prohibieran a partir de entonces, no. Lo que sucedió fue que el Quimicefa también ardió, enterito, instrucciones intactas y sin abrir incluidas.

Que lo pasen bien.