Sunday, January 27, 2008

BIENVENIDA.





Este sitio lo voy a dejar para mis cosas muertas; o más bien crearlo no es más que un acto inútil de insuflarles vida, aunque sólo un soplo fuera. Cintas de cassette, molinillos de café, coches eléctricos cable-dirigidos, las ventanas con apertura de los trenes, el Arquimo, o el Exín Castillo. También el cine Exin, por supuesto, aunque yo nunca tuviera uno propio.
Y tampoco tuve Quimicefa pero un primo mío llamado Quini sí y tengo que decir que aquello era una verdadera caja llena de peligro. Dicho esto y teniéndonos en cuenta a mi primo y a mí hacíamos la suma de tres peligros, dos andantes y uno por descubrir.
No recuerdo todos los venenos y sustancias combustibles que traía aquello, que si manganeso, que si sulfato de cobre, que si cinc, que si nitrato de fulano o sustrato de mengano. Y tubos, y calentadores para alcohol, y más tubos, y pinzas, y más tubos. Y probetas; que también son tubos, probetas de distintas formas y tamaños, había probetas por un tubo.
Fabricábamos bombitas de peste, bueno, la verdad es que salían solas, mezclaras lo que mezclaras acababa oliendo igual de mal. Y también fabricábamos de las que explotaban, con azufre, potasio y carbón. Mezclábamos los tres y con el resultado hacíamos un reguerito a modo de mecha terminado en un bote de cristal lleno de la mezcla y chinchetas de colores como metrallla. Un cerillito de madera de la caja tamaño familiar de la cocina y ¡Pum!
Lo dicho, unos animales.
Todo acabó cuando una tarde se nos cayó al suelo el calentador mas grande que había. Se nos cayó encendido y repleto de alcohol. Antes de caer al suelo ya estaba ardiendo media habitación por los salpicones llameantes del líquido , la otra media ardió cuando la gran probeta de cristal estalló en el suelo. No sufrimos quemaduras, tuvimos suerte. No puedo decir lo mismo de las cortinas, el sofá o la mesa. Y no es que aquello acabara porque nos lo prohibieran a partir de entonces, no. Lo que sucedió fue que el Quimicefa también ardió, enterito, instrucciones intactas y sin abrir incluidas.

Que lo pasen bien.

1 comment:

Anonymous said...

Aquí sí te dejo un mensaje. Por aquello de empatizar más con esta sección. No te digo nada lo que hacíamos en mi barrio con las mechas de azufre que tenía mi padre para desinfectar los barriles de vino y también con los petardos de cola de ratón, los más gordos.
No sabía que jake al rey era tuyo. En más de una ocasión quise dejar algún mensaje pero está siempre el problema ése de la contraseña. Así que hace tiempo que dejé de intentarlo. Aquí tengo que utilizar el apartado de anonymus. En fin, Portero, que me encanta volver a estar en tu hotel. Te lo leo todo. Ya sabes que no te fallaré (ni te follaré) Abrazos.

Child in time